jueves, 3 de mayo de 2012

Las Muchas Lenguas de Marruecos

Estábamos en el centro del campo en Marruecos donde unas columnas ancianas se levantaron del suelo donde vivían los Romanos hace miles de años.  En este lugar, una atracción bastante desconocida (y muy descomunicada) nos saludó un hombre de unos 35 años.  "Hola," dijó en inglés, "me llamo Moustafa y estaré vuestro guía hoy."  Durante 45 minutos, nos hablaba de  la historia larga de Volubilis, todo en inglés.  Nos dijó casualmente que habla siete lenguas, una cosa muy impresionante para nosotras pero normal para él.

Unos minutos anteriores, en la ciudad cercana de Moulay Idriss, nos encontró un chico de más o menos nuestra edad que ofreció ser nuestra guía, otra vez en inglés.  Descubrimos que su español era mejor, así esta vez la gira era en español, pero este chico también hablaba por lo menos cinco idiomas. Y nunca había viajado a Europa.

En Marruecos, en cada ciudad con aún la posibilidad de tener unos turistas, las personas tienen que hablar otras idiomas para sobrevivir.  Aún el conductor del taxi, que no tenía dientes y no parecía muy educado en francés, habló un poquito de inglés.  En la ciudad de Chefchaouen, que tiene muchos turistas, había hecho un error y hice la reserva para el día después.  El hombre muy simpático del hostal nos trajó a un hotel donde conseguimos una habitación muy bonita con una cama rey, una zona de relajar y su propio baño para menos que íbamos a pagar en el otro.  ¿La diferencia? El dueño de eso no habló otras lenguas.  Para ellos, es crítico que hablan por lo menos tres o cuatro idiomas porque es seguro que el dialecto de Berber que hablan en casa no va a ayudarlos con sus clientes.

El chico que nos sirvó el desayuno nuestro último día en Tanger habló seis lenguas, y su español y inglés eran casi perfecto.  Si el chico que está sirviendo el desayuno habla seis lenguas, ¿cómo son los hombres de negocios de Marruecos?  Nuestro conductor al aeropuerto nos preguntó como fue el viaje y estábamos recontando todo lo que habíamos aprendido en su país.  También estábamos hablando de la economía y las políticas y que vamos a hacer después de la universidad y él nos dijó que si hablamos otras lenguas, vamos a estar bien.  Aunque él sólo era un conductor de taxi en Tanger, lo creí, y ahora tengo otros idiomas en mi futuro por seguro.

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