jueves, 26 de abril de 2012

Una Lengua Extranjera

En el colegio tenía dos años de cursos de francés además de los de español - y me encantó.  Pero como escogí el español cuando fui a la universidad, no he tenido ningún curso de francés en tres años.  Así, estaba curiosa para ver si pudiera recordarlo cuando fui a París.

Llegamos en París tarde por la noche, y nos dimos cuenta rápidamente de que el horario de comer en Francia no es igual de el de España. En el país famoso por su comida, teníamos que comer kebap para la cena. Eso fue la primera prueba de mi francés - y no fue bien. Intentar hablar sólo en español durante los tres meses anteriores me había causado reaccionar siempre en español y mis respuestas automáticas durante toda la comida fueron "sí" y "gracias" aunque por seguro sabía como decir "oui" y "merci." Que fatal.

Pero mientras explorábamos París, intentando diferenciarnos de los miles de turistas tontos en esa ciudad, el francés gradualmente me regresaba.  Mi último día allá, frentamos el obstáculo grande: pedir indicaciones (queríamos helado).  ¡Y funcionó! 

Después de llegar en Madrid otra vez, sin embargo, sólo podía hablar las frases sencillas en francés, que confundía a mis amigos, especialmente aquellos que no hablan francés.  Esta experiencia me mostró ni sólo que todavía recuerdo el francés, pero que estar en el país donde hablan una lengua extranjera claramente es importante. Además, me di cuenta de que para mantener el español como una lengua concretamente en mi cabeza, voy a necesitar más tiempo aquí.  Todavía es un idioma extranjero para mí, y Lo trato así, pero sólo cuando puedo cambiar a otra lengua y atrás a español sin confundirme podré decir que soy fluente.