Un amigo me ha visitado
este fin de semana de Londres (pero de verdad de los EEUU), y ha sido mi
primera vez a ver Madrid de una perspectiva ‘local,’ o por lo menos local para
mi amigo. Toda la semana, estaba
pensando en que íbamos a hacer cuando estaba visitando. ¿Qué hacen los turistas a Madrid? Hay el Prado, el Palacio, el Parque Retiro y
Plaza Mayor; hay actividades culturales de España, pero no necesariamente de
Madrid, como el flamenco; y por supuesto hay las discotecas. He disfrutado cada segundo de mi tiempo aquí,
pero ¿cómo puedo recrearlo en un fin de semana para él?
Después de dos días como
su anfitriona en la ciudad, sin embargo, me doy cuenta que no es necesariamente
los eventos o los museos que hacen Madrid.
Es sus calles, su gente, y su manera de vivir que definir esta
ciudad. Él ha estado aquí por casi tres
días enteros, y por todos hemos tardado sin prisa, caminando por las calles,
comiendo tapas y helados, tomando cañas, escuchando y mirando a los artistas en
las calles, sentándonos en las escaleras de plazas, mirando a los niños y los
perros jugando, tomando el sol caliente, y disfrutando la vida. Es esta última cosa que defina Madrid. No necesita catedrales magníficas, festivales
locos o playas grandes porque la gente y la vida madrileña son suficientes para
atraer y entretener. Y si no, mejor, es
más Madrid para mí.