Después de encontré una habitación y me mudé, el próximo paso era comprar
comida. Estaba muy emocionada para comprar comida para tres razones: el primero
que era ahorrar dinero; para comer cada comida en restaurantes, panaderías,
cafeterías, etc no es un modo de vivir que puedo sostener, tan barato como
parece un desayuno para €1.80. El segundo motivo era mi necesidad para
algo comida saludable - no te confundo, el pan me encanta, pero la falta de las
verduras y las frutas en los menus y las pastelerías que me atraen tan
frecuentemente estaba empezando ralentizarme (por mi energía y mi estómago
los dos). Y últimamente me gusta explorar lugares que tienen una parte de
la vida diaria de personas, los mercados y tiendas de comida que son unos de
los lugares diarios y aparentemente mundanos.
Los supermercados de mi barrio no fracasaron interesarme y
confundirme. De la entrada los supermercados son diferentes - las puertas
y consignas son muy raros en EEUU (los he vista una vez, pero en general nunca
existen). Exploré los pasillos con una canasta vacía -
¿qué compran las personas españolas? ¿Y cómo?
Recogí unas comidas típicas de mi vida diaria en EEUU como yogur, fruta, y pan, pero aún unas cosas muy mundanas me confundirnos. La leche, por ejemplo, ¡es en una caja! Y ¡no la refrigeran! Los huevos el mismo – que extraño. Pero afortunadamente, creo que si hay millones de personas europeas quien han sobrevivida con leche sin refrigeración, probablemente pueda hacerlo por cinco meses. Después de vagar por mucho tiempo entre los pasillos con cantidades inusualmente grande (para mí) de pescado en latas, jamón, y galletas “Digestive,” fui al cajero para pagar.
Pero
parece que una de las cosas que pensaba era fácil no era. Aparentemente aquí tenemos que pesar la
fruta. Paré la cola mientras corrí a la
pesa y traté usarla – que idea interesante, pero nunca pensaría en eso, no sé
porque (posiblemente es que es un sistema que es muy fácil para engañar).
Después de unas visitas al supermercado, me he acostumbrado a sus maneras
diferentes, pero todavía siempre es una aventura. A veces compro cosas que tengo ningún idea en
que contienen, pero por seguro existan comidas deliciosas que nunca descubriré
sin tratar cosas nuevas. Ahora cuando
voy al supermercado, a veces observo lo que están comprando otras personas y
trato esas cosas o compro las cosas que reconozco porque son muy comunes en los
estantes de la cocina de mi piso (vivo con seis estudiantes españoles). Aún las cosas típicas para mí son una
aventura en España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario